martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo 34: Welcome to your new house

No me lo podía creer. ¡Iba a estudiar en Londres! ¡Iba a pasar el curso con los chicos! Me tiré encima de mi padre y le di un fuerte abrazo.

-Gracias, gracias, graciaaaaas- repetí nosecuántas veces.

-De nada, PEEERO- dijo mi padre, que ya me veía con completa libertad-. Estarás en un residencia, donde compartirás habitación con otras chicas, ¿vale?

-Perfecto.

-Cuando acabemos de comer haces las maletas y de paso avisas a los chicos- dijo mi madre sonriente.

-¡Claro! Lo haré- dije sonriente y volví a sentarme en mi sitio, llevándome un bocado a la boca.

Terminamos todos de comer y ayudé a mi madre a llevar los platos. Luego, subí corriendo a mi habitación. Saqué el iPhone y escribí un mensaje en el grupo de WhatsApp.

Yo: Chicos, estáis ahí? Tengo que daros un súper notición :D

La respuesta no se hizo esperar.

Niall: Conéctate al Skype y cuéntanos ;)

Así lo hice. Abrí el ordenador, la sesión y una petición de vídeo chat por parte de Niall llegó enseguida. Acepté, y en una pestaña aparte, vi a mis cinco chicos favoritos sonrientes.

-¡¡Hola!!- saludaron.

-¡Hola, chicos!- saludé yo.

-¿Qué querías contarnos?- preguntó Harry.

-¡Eso! Me mata la curiosidad- añadió Niall.

-Vale, vale- dije-. ¡Mis padres me dejan estudiar en Londres el año que viene!

-¡¡¡Bieeeeeeeeen!!!- exclamaron los cinco a la vez.

-¿Dónde te quedarás?- preguntó Zayn quitándose el brazo de Niall de la cabeza.

-En una residencia de estudiantes, pero podré veros cuando me apetezca- respondí.

-¡Eso es genial!- dijo Louis-. Tendrás compis de habitación guapas.

-¿Pero tú no estabas...?- Harry no pudo terminar su pregunta, porque la mano de Louis acabó delante de su boca.

-¿Estabas qué?- pregunté.

-Es que creemos que a Louis le gusta la hermana del amigo de Harry- respondió Liam evitando la otra mano de Louis.

-Ohh, ¿Talia?- pregunté aguantando la risa.

-Sí, Talia- respondió Zayn-. Nos la encontramos el otro día. Ella nos saludó, y Louis se escondió detrás de los rizos de Harry.

Solté una carcajada.

-¿En serio, Louis? ¿En serio?

-Sí- respondió Niall riendo.

-¡Cambiemos de tema!- interrumpió Louis, a quien no le gustaba ese tema-. Vamos a ver, ¿con quien se quedará Marta este verano?

-Con Harold, ¿no?- respondió Niall.

-Yo también quiero que se quede conmigo- dijo Zayn haciendo pucheros.

-Pero nuestra casa es más grande que la tuya, Zayn- observó Louis.

-¡Eso es porque Harry y tú vivís juntos! Si no teníais la casa más pequeña- respondió Zayn.

-Bla bla bla- hizo burla Louis.

-¡Parad ya!- cortó Liam metiendo su cabeza entre las suyas-. Bueno, pues te quedas con Harry y Louis y con Zayn otro poco. Aunque vamos a estar casi todas las noches en casa de Larry.

-Bueno, mejor, ¿no?- observé.

-Sí. Oye, ¿y que harás mientras estemos ensayando?- preguntó Niall.

-Supongo que iré a la universidad a hacer todo lo que tenga que hacer y otros días iré haciendo turismo por Londres o ir de compras- respondí.

-¿Y a que hora decías que llegabas?- preguntó Louis.

-Sobre las cinco de la tarde- respondí-. No os retraséis, ¿eh?

-No, no, tranquila- respondió Harry sonriente.

-Bueno, chicos, tengo que hacer las maletas- comencé a despedirme-. Adióos.

-¡Adióoos!- se despidieron.

Cerré la ventana de la conversación y apagué el ordenador. Saqué la maleta de debajo de la cama y empecé a guardar mi ropa de verano en la maleta.


Cinco de la tarde. El avión aterrizó suavemente sobre Londres. La azafata informó que ya nos podíamos quitar los cinturones. Así lo hicimos todos, y a continuación comenzamos a bajar del avión. Mientras bajaba busqué con la mirada a los chicos.

Cuando llegué abajo aún no los había visto. Suspiré y fui a por las maletas. Las cogí y luego saqué mi iPhone del bolsillo. Comencé a andar, y cuando estaba a punto de darle a enviar a un mensaje que les había escrito...

-¡Pst! ¡Marta!

Levanté la cabeza y no pude evitar reírme ante la escena que tenía delante.
Los cinco estaban disfrazados con bigotes, sombreros y gafas escondidos tras una pared.

-¡Ya pensábamos que no llegabas!- exclamó Zayn saliendo de su escondite.

-¡Y yo igual!- respondí, y luego Zayn y yo nos abrazamos.

Luego, abracé a Louis, que era el que estaba delante de Zayn.

-Oye, ¿y esos disfraces?- pregunté cuando nos separamos.

-Íbamos a salir normales, pero luego pensamos en las directioners, y pensamos que no te gustaría que aparte de nosotros también te recibieran cien fanáticas- respondió Niall riendo, y acto seguido me abrazó.

-Ah, todo muy normal.- Reí.

-Ya ves- rió también Niall.

Harry se quitó de encima de Liam, y luego se retiró el bigote y las gafas de la cara.

-Hola- dijo sonriendo y dándome un abrazo.

-Hola- respondí, devolviéndole el abrazo.

-Estoy contento, ¿sabes?- susurró-. Te voy a ver todos los días.

Sonreí.

-Yo mucho más- respondí-. No sabes cuanto.

Nos separamos, y tras una sonrisa disimulada, fui a abrazar a Liam, que se acababa de levantar del suelo.

-Muy originales los disfraces, ¿eh?- reí tras separarme de Liam.

-¿Verdad? Yo creo que nadie nos ha reconocido y...

-No sabes lo que es la ironía, ¿a que no?- interrumpí riendo.

-¿Era ironía? Es que como los disfraces molan tanto...

-Síi- ironicé de nuevo.

-¿Ves? ¡Si hasta lo reconoces!- exclamó Liam extendiendo sus manos hacia delante.

-¡Liam!- gritó Louis-. ¡Tú y las ironías no sois amigas!

-Joder, ¿otra vez?- se quejó.

-Otra vez- afirmó Niall riendo.

-Bueno, cambiamos de tema- cortó Liam un poco cabreado.

-Venga, eso mismo, vamos a comer- sugirió Niall, que echó a andar hacia la salida.

Pero nadie le siguió. El rubio seguía caminando alegremente, pensando que los demás íbamos detrás.

-¿Qué os parece Nando's?- preguntó cuando ya llevaba un par de minutos caminando. No obtuvo respuesta. Volvió a hacer la pregunta-. He dicho que podemos ir a Nando's.- Nada. Niall se giró, y cuando vio que no había nadie detrás de él puso cara de desesperado, mientras los demás nos reíamos a carcajada limpia. Niall nos localizó y volvió corriendo junto a nosotros-. ¡¿Pero vosotros sois tontos o masticáis agua?! ¡Iba yo como un retrasado por ahí y vosotros tan tranquilos aquí! ¡Ahora, para compensarme, me llevaréis a comer y pagaréis vosotros!- exclamó indignado.

-Niall, no cuela- rió Harry.

-Tenemos que acompañar a Marta a casa- añadió Louis.

-Quedaría un poco raro ir con dos maletones a comer pollo- observé.

-¿Y luego comemos?- preguntó Niall esperanzado.

-¡Luego descansamos! ¡Que tú no llevas una hora en un avión!- exclamé-. Venga, vamos.

-Guau, vas de mala leche, ¿eh?- rió Zayn.

-Es que a mi lado iba un friki que empezó a hablarme de la teoría de la relatividad- respondí soltando un bufido al final.

Los cinco rieron a carcajada limpia.

-Y luego, la señora que estaba al otro lado me contó la historia de se primer marido- añadí.

Otra carcajada.

-¿Vais a reíros de mis problemas o me vais a consolar por aguantar una hora ese tostón?- pregunté con la misma indignación de Niall.

-Tranquila, mujer, pero debes reconocer que es muy gracioso- rió Harry, pasando un brazo por encima de mis hombros.

-No, no lo es- respondí cruzándome de brazos-. Anda, vámonos antes de que os de una torta por no entender mi sufrimiento.

Harry rió. Los chicos volvieron a colocarse sus respectivas gafas, bigotes y sombreros, y Harry volvió a rodearme con el brazo. Cogí una de mis maletas, mientras Harry cogía la otra.

-¿Te traes toda la ropa?- preguntó cuando echamos a andar.

-¡Qué va! Eso es solo un cuarto.

Harry puso una mueca/cara de sorprendido/cara de Harry rara. Seguro que se imaginaba cuánta ropa tenía yo.

-Ey, una cosa- dije de repente-. Voy a ir a España una semana por la fecha de mi cumple. Mi madre dice que si queréis podéis venir.

-¿En serio?- preguntó Louis contento-. ¿No seremos molestia?

-¡Para nada!- respondí-. Es una casa en Coruña, ya que mi madre es de allí, donde hay muuuucho espacio. Y allí podemos ir a la playa, ya que en Inglaterra siempre hace frío.

-¡Yo voy encantado! Siempre quise ir a España, estoy aprendiendo español- dijo Niall.

-¿Ah, sí? Pues si necesitas ayuda, pregúntame- dije-. En mi casa hablamos todos español.

-Bueno, pues enséñame a decir: "Buenos días, me gustaría tomar un gran plato de alitas de pollo con una CocaCola fría. Que lleve un limoncito dentro, por favor"- pidió Niall.

-Carajo- murmuré en español-. Chico, ¿para que quieres saber eso?

-Está claro, para comer bien en España- aclaró Niall.

-Niall, haznos a todos un favor- pidió Zayn-. ¡¿PODRÍAS DEJAR DE HABLAR DURANTE UN DICHOSO MINUTO?!

-Vale- dijo Niall-. Ahí voy.- Selló su boca y se quedó completamente callado.

-Al fin- suspiró Zayn-. Bueno, Marta, cuéntanos qué tal la última semana de curso.

Comencé a relatar mi última semana en el instituto. Harry, Zayn, Liam y Louis me escuchaban, mientras que Niall hacía un esfuerzo para callarse. Echó un vistazo a su reloj, y cortando mi relato, exclamó a grito pelado:

-¡¡SÍ!! ¡LO CONSEGUÍ! ¡JA, ZAYN! ¡UN MINUTO SIN DECIR UNA SOLA PALABRA! ¡¿QUIEN ES AHORA EL PERDEDOR! ¡TÚ, NO YO! ¡JA, JA, JA!

Todo el aeropuerto ya se había girado a mirar en nuestra dirección. Liam y Louis se chocaron la palma contra la frente y Harry pegó un bufido. A Zayn se le hizo un tic en ojo, ese que cada vez le salía cuando estaba entre darle a alguien o echarse a llorar. Yo estaba que no sabía si reír o llorar.

-¿Zayn? ¿Zayn el de One Direction?- se escuchaba cuchichear entre algunas chicas.

-¡Chicas! ¡Son los de One Direction disfrazados!

-¡Es cierto! ¡Los rizos de Harry, son iconfundibles!

-¡Y la sonrisa de Niall!

-¡Y ese es Liam!

-¡Zayn es el que está parado ahí en medio!

-¡Y el otro es Louis! ¡Su culo es inconfundible!

Lo siguiente es un poco confuso. Una marea de chicas se abalanzaron gritando sobre nosotros. Fueron todas a por los chicos. Ellos atendían a todas las chicas que podían. Yo, por mi parte, intentaba salir de aquella manada de chicas. Agarré mis maletas y me abrí paso entre aquellas chicas que querían conocer a mis amigos. Cuando al fin estuve fuera, comencé a colocarme el pelo y la blusa que llevaba puesta.

"Sí que tienen éxito", pensé.

Estaba concentrada en colocarme todo lo que se me había descolocado entre aquellas chicas. Una de ellas, que estaba de última, se acercó a mí junto a una amiga suya, y me espetó:

-¿Y tú quién eres? ¿Y qué narices hacías con mi futuro marido?

-¿Futuro marido?- pregunté extrañada. Caí en la cuenta:-. Aaah, Harry. Son mis amigos, ¿es que acaso no puedo estar con ellos?

-¡Tú no eres su amiga! ¡Solo algo pasajero!- exclamó la segunda chica.

-Pues sí que les duran las cosas pasajeras- respondí.

Las dos pusieron caras de extrañadas.

-Ay, perdón, ¿no lo sabíais?- Me hice la tonta-. Conozco a Zayn desde los 5 años y estoy con los chicos desde hace casi un año.

Ambas pusieron una mueca de asco y se dieron media vuelta, casi a la vez, y se introdujeron de nuevo entre las chicas.

Un guardia de seguridad vino por un lateral y comenzó a abrirse paso entre las chicas mientras gritaba:

-¡Chicas! ¡Ya está! ¡Dejad a los chicos tranquilos! ¡Ya los habéis saludado! ¡Venga, echaos hacia atrás!

El hombre comenzó a echar a las chicas hacia atrás, y éstas se dejaron. Hizo una señal con la cabeza a los chicos para que fueran abandonando el sitio. Me buscaron con la mirada y me hicieron una señal para que fuera con ellos. Liam susurró al hombre algo, y éste me miró, haciéndome un sitio para dejarme pasar.

Fui con los chicos y los seis echamos a andar hacia la salida. Ya fuera, Niall dijo:

-Joba, sí que somos famosos. No me explico cómo nos han reconocido.

Los cinco restantes lo miramos con cara de "¡¿En serio, Niall, en serio?!". A Zayn le salió el tic en el ojo, lo que hizo la escena mucho más cómica.

-¿Qué pasa?- preguntó Niall, que no se enteraba de nada.

-¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?- preguntó Zayn con su tic, acercándose poco a poco a Niall-. ¡¿No sabes cómo nos han reconocido, dices?! ¡¿NO SABES COMO NOS HAN RECONOCIDO, DICES?!

-Zayn, tío, relájate- dijo Louis cogiéndole de los hombros y echándolo hacia atrás, quedándose él delante de Niall-. ¡NIALL, TE JURO QUE YO TE AGARRO DEL CUELLO Y TE ENTIERRO VIVO EN MEDIO DE ESTIÉRCOL!

-Pero bueno, ¿ahora es culpa mía?

-Sí, Niall, es culpa tuya- rió Liam, que era el más calmado.

-Dejadlo, anda, no vamos a recibir a nuestra invitada de esta manera- se interpuso Harry.

-Eso mismo- apoyó Liam.

-Bueno, venga, llamemos a la limusina- dijo Zayn, ya relajado.

-¿Tenéis limusina?- pregunté sorprendida-. ¡No me contáis nada!

-Pues sí, la tenemos, y creo que ya conoces al conductor- respondió Louis sacándose el teléfono del bolsillo y marcando un número, para acto seguido llevarse el móvil a la oreja.

-¿Que lo conozco? No sé si lo sabéis, pero yo no suelo ir en limusina por ahí- dije.

-Fuiste una vez, ¿no?- dijo Harry.

-Sí, bueno, pero fui con vosotros a la casa de los jueces y...

-Pues eso- me interrumpió Harry.

-¿Stan? ¿Ahora es vuestro conductor personal?- pregunté.

-Se podría decir que sí- respondió Harry.

En ese momento una limusina negra (otra distinta a la de la primera vez) se paró justo delante de nosotros. La ventanilla del copiloto se bajó, y los seis vimos la cara sonriente de Stan.

-¡Todos a bordo!- exclamó.

Los seis subimos a la limusina tras guardar mis maletas en el maletero y nos dirigimos a casa de Louis y Harry. La que iba a ser mi casa durante los próximos tres meses.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 33: Tortilla con sabor a éxito

Harry y yo fuimos a la cocina. Allí me dirigí a la despensa y saqué todos los ingredientes que necesitaba. Harry, por su parte, cogió asiento en la mesa y miró como yo dejaba difícilmente las patatas en el fregadero.

-Gracias por ayudarme- dije sarcásticamente cuando dejé la bolsa en el fregadero.

-De nada, mujer- dijo riendo.

-Venga, ayúdame- dije divertida.

Harry se levantó y vino junto a mí.

-A ver, ¿qué quieres que haga?- preguntó.

-Necesito que peles las patatas- dije tendiéndole un cuchillo.

-¿Yo? ¿Pelando patatas?- preguntó-. Ja, no.

-Pues entonces bate los huevos, sin mal pensar, por favor- dije riendo.

Harry ya tenía una sonrisa pícara en la cara, sabe Dios lo que se le pasó por la cabeza.

-Vale- dijo yendo hacia la nevera y sacando dos cartones de huevos.

Fue hacia el fregadero y empezó a romper los huevos en un bol, mientras yo pelaba patatas a su lado. Terminó de romper los huevos y comenzó a batirlos con un tenedor. Era bastante torpe, mientras yo pelaba las patatas tranquilamente.

-Marta, esto es imposible- dijo cuando ya llevaba un par de minutos.

-No será para tanto- dije-. A ver, que te ayudo.

Fui a lavarme las manos y luego fui junto a Harry.

-Mira, tienes que sujetar así el tenedor- dije. Puse mis manos sobre las suyas, enseñándole cómo coger el tenedor y a su vez, el bol. Cuando me di cuenta de la situación, ya era demasiado tarde, él también se había dado cuenta. Lo vi sonriendo, mirando nuestras manos. Cuando se dio cuenta de que yo le miraba, él hizo lo mismo y esta vez sonrió enseñando los dientes.

-Al final cocinar sí es divertido- dijo.

Aquello me dejó sin palabras, respiración o cualquier signo de vida.

-Nunca dije que no lo fuera- sonreí.

Harry se estaba acercando, pero yo me separé y volví a pelar patatas, dejándole a él con cara de memo. No pude evitar reír un poco al ver como me miraba.

-Que tonto eres- dije riendo.

Harry se limitó a mirarme de lado.

-Y tú mala- añadió.

-Ya lo sé- dije riendo.

Seguí pelando las patatas, mientras Harry batía el huevo y me miraba de reojo.

-Como no atiendas te vas a manchar- dije riendo, sin quitar las vistas de la patata que pelaba.

-Que va, no me voy a... Uy.- Se acababa de manchar con el huevo en su camiseta blanca-. Mierda, mi camiseta.

Solté una carcajada, mientras Harry se quitaba su chaqueta y la dejaba en la silla.

-Joder, que mala suerte- se quejó, y acto seguido se quitó la camiseta, dejando desnudo su blanco torso. Debí quedarme embobada mirándole, porque luego Harry añadió con una sonrisa pícara:-. Estoy bueno, ¿a que sí?

Salí de mi "embobación" y respondí, en tono irónico:

-Síi, una cosa loca.

Aunque en mi cabeza sabía que lo que dije no tenía nada de ironía.

-Ya sé que te encanta, pero me vas a comer con la mirada- bromeó.

-¡Eso es mentira!- repliqué.

-Sabes de sobra que no- dijo con una sonrisa.

-Vete a por una camiseta, anda, que me dañas la vista- dije sonriendo y volviendo a las patatas.

-Ya voy- dijo, y cuando estaba en la puerta, añadió:-, ¿me acompañas?

-¿Necesitas que te acompañe para ir a coger una camiseta?- pregunté.

-Así es. Acompáñame- respondió.

-No, gracias- reí.

-¿No?

-No.

-Porfa- insistió.

-No.

-Porfa.

-No.

-Porfaaaaaaaaaaaaaaaaaa- pidió Harry como un niño pequeño desesperado.

-Vaaaaaale- accedí al final sonriente-. Vamos.

Harry puso una sonrisa triunfadora y se dirigió hacia las escaleras conmigo detrás.

-Vale, ahora busco una camiseta, ¿cuál me va con esta ropa?- preguntó Harry poniendo voz de niña pija.

Reí, y contesté:

-Y yo que sé.

-Ay, tía, no tienes sentido del gusto- se quejó Harry.

Volví a reír. Está loco. Sacó una camiseta del cajón. Una blanca con una foto de Mick Jagger y su apellido. La que llevó en el vídeo que grabaron hace un mes con su vocalista, Vas Happenin Boys?

-Esta, ¿te parece?- preguntó, enseñándola.

-Me parece- respondí.

Harry sonrió y se puso la camiseta.

-¿Bajamos? La tortilla no se hace sola- dije sonriendo.

-Vale- dijo Harry, con su permanente sonrisa.

-Ah, por cierto, ¿por qué tuve que subir?- pregunté sonriendo, mientras íbamos a la puerta.

-Porque quiero estar el máximo tiempo contigo.

Sonreí, y, por primera vez, fui yo la que besó al otro.


Quince minutos después, Harry colocaba la tortilla cuidadosamente en un plato grande.

-Muy bien- lo felicité sonriendo-. Ya sabes hacer una tortilla.

-Si es que soy un chef de primera- respondió él-. Ahora lo comprobarás cuando vayamos a comer.

-Tonto- dije sonriendo-. Coge bebidas, anda, que yo llevaré un mantel y la tortilla al jardín.

-Sí, señora- dijo tendiéndome la tortilla y abriendo el cajón donde estaba el mantel.

Cogí ambas cosas y salí de la casa camino al jardín.

-¡Hola chicooos!- saludé.

-¡¡Aleluya!!- gritó Niall-. Me estaba planteando comerme a Liam del hambre que tenía.

-¿Y por qué yo?- se quejó Liam.

-Porque eres el que más carne tiene- respondió Niall como si fuera evidente-. Eres más alto y estás más desarrollado, ¡sentido común!

-Callad y ayudadme a poner el mantel- les corté.

Louis se levantó y me cogió el mantel.

-Anda, Niall, ayúdame- dijo mientras desdoblaba el mantel.

-¿Y por qu...?- empezó a quejarse.

-Porque como no me ayudes no comes- sentenció Louis.

Niall resopló, se levantó, y ayudó a Louis a colocar el mantel sobre el césped. Luego, se dejó caer, como si estuviera agotado.

-No me explico, por más que le de vueltas, como Niall puede estar delgado- comentó Zayn sentándose junto al mantel.

-Totalmente de acuerdo- dijo Liam sentándose al lado de Zayn.

-Niall, quita- dije dándole un suave toque con el pie-. Voy a colocar la tortilla.

-Solo si el primer trozo es para mí- respondió.

-¡Que te quites, caray!- exclamó Louis.

-Valeee, valeee- dijo Niall sentándose bien.

Dejé la tortilla en el centro del mantel, y en ese momento, apareció Harry, llevando a duras penas seis botellas de Coca-Cola con una pajita dentro cada una. Dejó las seis botellas sobre el mantel y se dejó caer sobre la hierba.

-Ey, faltan platos- observó Liam.

-Joder, ahora que me acabo de sentar- se quejó Harry-. Uno que me ayude a traer los cubiertos.

-Ya voy yo- se ofreció Zayn.

Los dos se fueron a por los cubiertos y platos, y en cinco minutos ya estábamos comiendo los seis.


Aparté mi plato hacia delante, completamente llena.

-Estaba rica, ¿eh?- dijo Harry sonriendo.

-Claro, pero porque la hice yo- contesté.

-Yo le di la vuelta, y para eso hace falta mucho arte- se quejó Harry.

-Le diste la vuelta, y yo te ayudé- corregí sonriendo-. Vamos, que lo hice todo yo.

Harry puso cara de niño pequeño enfadado. Yo, por mi parte, me tumbé boca abajo junto a Niall, que también estaba en esa postura bebiendo su Coca-Cola.

-¿Brindamos?- propuso Louis.

-Vale, ¿por qué?- preguntó Harry.

-Pues por esto, por nosotros- respondió Louis.

-¡Sí!- exclamó Niall-. Venga, un brindis, por nosotros.

-¡Por nosotros!- exclamamos los demás a la vez riendo.

Cada uno se llevó su respectiva pajita a la boca y bebió.

-No quiero que esto se acabe nunca- dijo Zayn después de separar su boca de la pajita.

-Ni tú ni nadie- añadió Liam.

-Sí, bueno, eso- se auto corrigió Zayn con una sonrisa.

Los seis nos quedamos en silencio. Pegué un trago a mi Coca-Cola mientras pensaba en lo que dijo Zayn. No, eso no podía acabar. Pasaron un par de minutos, hasta que un teléfono móvil interrumpió aquel silencio. Era el de Louis. Éste se sacó el teléfono del bolsillo y miró en la pantalla el número. Levantó la mirada y nos miró uno por uno a todos con cara de sorprendido.

-¡Cógelo!- exclamó Harry al ver su expresión.

Louis asintió y descolgó.

-Hola, sí, estamos todos. ¿El altavoz, dices? Sí, enseguida.

Se apartó el teléfono de la oreja y pulsó el botón del altavoz.

-Ya está- dijo Louis.

Y entonces, la voz más inesperada que podía haber nos saludó feliz al otro lado de la línea.

-¡Simon!- exclamaron los cuatro restantes.

-¿Qué tal chicos?- preguntó-. Os llamo porque tengo buenas noticias. Consideradlas mi regalo de Navidad.

-Dinos, dinos- insistió Niall.

-Vale, ahí van, pero aviso, pueden provocar reacciones inesperadas...

-¡Dilas ya!- interrumpió Zayn-. Nos tienes en ascuas.

-Valeeee.- Simon hizo una pausa dramática, y luego exclamó:-. ¡Os he conseguido un contrato discográfico!

Todos nos pusimos a saltar de alegría y nos abrazamos entre nosotros. Simon reía al otro lado de la línea, se esperaba esa reacción. Nos abrazábamos uno por uno. Primero abracé a Niall, luego a Louis, luego a Liam, luego a Zayn y por último a Harry.

-Felicidades- le susurré al oído cuando le abracé.

-Gracias- respondió-. ¿Sabes cuánto van a cambiar nuestras vidas a partir de ahora?

-Muchísimo.

Y vaya sí cambió.



El timbre que indicaba el final de las clases sonó con todas sus fuerzas. Todos los alumnos se levantaron de sus asientos eufóricos. El verano acababa de llegar. Cogí mi mochila y corrí hacia la puerta tras despedirme de algunos compañeros. Fuera hacía sol, y todos los alumnos salían sonrientes, planeando sus vacaciones junto a sus amigos. Yo ya las tenía preparadas desde hacía semanas. Al día siguiente me iría a Londres, donde me encontraría con los chicos de One Direction.

Fui corriendo a casa, donde ya estaba toda mi familia preparada para comer.

-¡Hola mami, hola papi, hola Jorge, hola Pablo!- saludé nada más entrar.

-¡Hola, Marta!- saludaron todos.

-Acaban de llegar tus notas por correo- anunció mi madre-. Estoy muy orgullosa de ti, hija.

-Gracias, mamá- respondí sonriendo-. ¿Qué saqué, qué saqué?

-Míralo tú- respondió mi padre tendiéndome un papel.

Lo cogí y lo miré. Asignatura por asignatura. Calificación por calificación. Una sonrisa se dibujó en mi cara al terminar de leerlas todas.

-Felicidades, hermanita- se adelantó Pablo, dándome un abrazo.

-Gracias- respondí-. ¿Y tú? ¿Qué tal?

-Genial- respondió separándose.

-Las mejores notas de la clase- interrumpió mi padre orgulloso.

-¡Felicidades!- exclamé sonriendo.

-Gracias, enana- respondió Pablo sonriente, yendo hacia la mesa.

-¿Y Jorge? ¿Tú qué tal?- pregunté.

-¡Genial! ¡Tooooooodo sobresaliente!- exclamó saltando.

-¡Muy bien!- exclamé cogiéndolo en brazos.

-¡Ya lo sé! ¡Soy el más listo de la clase!

-No lo dudo, no lo dudo- reí.

Nos sentamos a comer. Yo entre mi madre y Pablo. Mi madre comenzó a cortar la carne asada que acababa de preparar y nos sirvió un trozo a cada uno. Luego, cada uno se sirvió sus patatas y comenzamos a comer. Jorge nos contó como fue su día.

-¡Y la profe nos dijo que no teníamos que hacer nada en verano!

-Mejor para ti, ¿no?- dijo Pablo.

-¡Sí! Aunque el año que viene sí que voy a tener que hacer deberes- respondió Jorge poniendo pucheros.

Seguimos todos comiendo, comentando cada uno su día, cuando en medio de la comida, mi padre dijo:

-Hemos pensado en lo que nos has dicho hace unos meses. Y tu madre y yo hablamos del tema, y aunque al principio nos parecía una mala idea, pensamos que puede ser lo mejor para ti. Decidimos permitirte eso si sacabas buenas notas, y mejores no han podido ser, así que nada más llegar tus notas hemos hecho lo que teníamos que hacer y... Bueno... Vas a ir a la universidad a Londres.